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Para entender qué es transferencia de tecnología lo primero que debe establecerse es el objeto sobre el cual recae. La tecnología no debe asociarse en sentido estricto con el hardware o el software, cuando se hace referencia a ésta se debe hacer una asociación con el estado de la técnica, el conocimiento, o el conjunto de conocimientos que permiten nuevas formas de producción abriendo paso a los negocios jurídicos alrededor de ese objeto especial.

Dado que el derecho en ocasiones toma una postura de indiferencia, para obtener la protección que se busca es necesario tener presente que los bienes, jurídicamente hablando, son aquellos que tienen una connotación patrimonial, es decir, son aquellos que pueden ser apropiados por el hombre por hallarse dentro del comercio y que pueden ser estimados económicamente siendo consecuencialmente objeto de contratos.

Desde la revolución industrial se ha utilizado el término “contratación de tecnología” para denominar la forma en la cual los países desarrollados compartían progresos y perfeccionamientos sobre máquinas a países menos desarrollados en aras de fomentar un mercado global. Sin embargo, en el mundo de hoy la transferencia de tecnología ha permeado en mayor medida las relaciones sociales adquiriendo un significado más amplio.

Los contratos más usuales son aquellos que recaen sobre bienes materiales siendo insuficientes para afrontar la contratación de bienes intangibles como el conocimiento. Por esta razón,  el problema que con frecuencia se origina cuando se contrata tecnología radica en la complejidad de identificar con precisión el objeto, dificultando la formación del consentimiento sobre lo que no se ve, inclusive sobre lo que aún no existe.

Los bienes intangibles, como dice Tullio Ascarelli en su obra Teoría de la concurrencia de los bienes inmateriales, tienen una característica especial denominada ubicuidad temporal y espacial, ya que pueden ser utilizados por muchas personas, en todo momento y en cualquier lugar del mundo en el mismo instante, caso distinto al de las cosas materiales. ¿Cuántas personas pueden estar usando el mismo software en este momento?.

Para la apropiación de bienes intangibles es imprescindible gestionar los riesgos debido a que no se adquiere la propiedad en los mismos términos aplicables para los bienes materiales. Sortear los riesgos de carácter cultural organizacional, de ingeniería social, tecnológicos y  jurídicos que disminuyan la probabilidad de que alguien sufra un daño por un hecho incierto que puede impactar el patrimonio de forma negativa es de gran importancia al momento de la contratación.

Las empresas deben comenzar a entender que las buenas prácticas de contratación de tecnología establecen la necesidad de contar con la asesoría de un abogado en la etapa precontractual o de negociación, en la etapa contractual y en la postcontractual máxime si ha surgido un conflicto debido a la especialidad del tema.

Entiendo la negociación como un arte, para la contratación de tecnología se requiere experiencia y conocimiento en el objeto tecnológico con el fin de regular de forma adecuada la propiedad intelectual, integrar la regulación técnica con la jurídica y establecer el acuerdo como una transferencia recíproca donde creen valor para cada parte involucrada.